Unos versos de Stevenson:
“Oye tronar con corazón alegre
y cae enamorado del rocío;
conoce los secretos de la tierra,
se sienta y es feliz al contemplarla.
Se sienta ante el rescoldo que agoniza,
pone en Dios su esperanza, su amistad en el hombre.
Ver le gusta, le alegra recordar,
esperando el final del que no duda.