Fue un encuentro un tanto accidentando, pues por fallos mecánicos (avería de coche) hubo que aplazarlo… Pero ¡mereció la pena con creces! Siempre es un placer ir a mi queridísimo colegio de Villanueva Mesía, visitar mi biblioteca y ver de nuevo a mis “viejos” amigos (Algunos de los alumnos que conocí allí, son ya hombres y mujeres hechos y derechos ¡Cómo pasa el tiempo! Pero por más tiempo que pase, yo llevo este colegio blanco “como un ovillo en mi mano/ y un recuerdo sin edad” Así que toda mi gratitud a Begoña y a su director (los nuevos relevos del colegio) por invitarme un año más… Y siempre, siempre, mi gratitud a Luis Díaz, su anterior director, que me abrió las puertas y el corazón de éste mi colegio.