Yo pensaba que sólo se inauguran los barcos y algunos edificios, pero estaba equivocada ¡A veces también se inauguran las escaleras!
Madre mía, qué tremenda ilusión que el tramo de escaleras del segundo piso del colegio Nazaríes de Armilla lleve un poema mío. (He de decir y, ustedes perdonen la pedantería, que el tramo del primer piso lleva un poema de Gloria Fuertes… Así que imaginen el orgullo y el honor superlativo para mí).
Al acto de inauguración, con su correspondiente corte de cinta, le siguió un encuentro con los alumnos de tercero y cuarto, en torno a mi libro de poesía: “Cosas insignificantes”
No tengo palabras para agradecer al colegio (y en especial a Nacho, además de grandísimo profesor, grandísimo cantante de góspel, y grandísimo motorista, de los de antes)