¡Elemental Querido Watson! Estaba cantado que mi detective María Umbeldini y servidora, teníamos que regresar por aquellas latitudes, invitadas por la sagaz bibliotecaria Rocío y sus “olfateadores” de libros, acostumbrados a resolver casos misteriosos y complicadísimos enigmas. ¡No en vano practican con la lectura y mantienen alerta sus neuronas! Volveré por allí con el siguiente caso a resolver: “María Umbeldini y el misterio de las siete abuelas”